Cuando piensas en darle un toque lujoso a tu cocina o baño, las opciones más populares que se me ocurre considerar son el cuarzo y el granito. Hace poco, vi en un informe que el 55% de las renovaciones de cocinas en 2020 utilizaron encimeras de cuarzo. Esto no me sorprende, pues el cuarzo es conocido por su apariencia elegante y su durabilidad. Este material se fabrica combinando aproximadamente un 90% de cuarzo natural con un 10% de resinas y pigmentos. A menudo, las encimeras de cuarzo presentan un aspecto más uniforme, lo cual es ideal si prefieres un acabado moderno y suave.
Por otro lado, el granito es una roca natural que se extrae directamente de la tierra. Cada losa de granito es única, lo que le confiere un carácter particular que a muchas personas les encanta. Solía trabajar en una tienda de reformas y me comentaban que, aunque el granito cuesta entre un 20% y un 60% menos que el cuarzo en algunos casos, depende mucho del tipo y la procedencia de las losas. También, no se puede negar que uno de los puntos a favor del granito es su resistencia al calor y a las manchas, aunque necesita mantenimiento regular para mantenerse en perfecto estado.
Entonces, ¿qué es mejor entre el cuarzo y el granito cuando se busca un aspecto lujoso? Depende de lo que más valoras. Si lo que quieres es una superficie que casi no requiere mantenimiento y que se vea moderna y homogénea, te recomendaría optar por el cuarzo. Numerosos clientes satisfechos han escogido este material por su resistencia a las manchas y su facilidad de limpieza. Sin embargo, si te atrae más la idea de tener una pieza única con un toque más natural que tenga la capacidad de soportar altas temperaturas, el granito es una excelente elección. Un cliente que recuerdo vividamente decía que sentir la historia y la presencia natural del granito en su cocina le daba un placer indescriptible. Ya sabes, cada opción tiene su encanto, solo es cuestión de ver qué encaja con tu estilo y presupuesto.